Cuando llovía intenso y abríamos la boca para bebernos las dudas.
Cuando el sudor se confundía con la saliva y las manos se gastaban de apretar fuerte.
Cuando la sangre resbalaba desde la boca y ardía todo tras el último porrazo.
Cuando gritábamos (y creíamos en lo que gritábamos) y corríamos
y rebotaban contra las calles nuestras pisadas
hu
i
di
zas.
Cuando ellos eran los monstruos y nosotros los héroes.
Y todo parecía tan claro, y todo parecía tan real.
Cuando los tanques entraban en la ciudad
y nosotros hacíamos el amor en el parque
Cuando leíamos a Bretón entre caladas y acordes.
Cuando mordíamos la rabia
y acariciábamos la locura.
Cuando nos creíamos eternos.
Entonces, lo fuimos.
Cuando nos creíamos eternos.
Entonces, lo fuimos.