domingo, 11 de julio de 2010

La vida pasa y pesa

Llevaba un mochila de cuero, que le robaba el color al cabello cortado a lo chico. Los labios de corazón contrastaban con el pálido tono de su piel. Y vestía algo descuidada.

"Me llamo María", me dijo cuando iba a mojar sus labios en un café solo. [...] "No suelo tomar café. Me pone nerviosa. Me recuerda a tardes de cielo nublado, y no aguanto los días sin sol .."






SOL
SAL



Todo cambia.

No es extraño.


¿No es extraño?

La vida pasa, y pesa