miércoles, 6 de marzo de 2013

Se dejaba ser

Se dejaba sentir
Se dejaba fluir
Se dejaba morir
en cualquier portal
en cualquier noche
con cualquiera
que supiese que todo el cuerpo
es labio
cuando aprieta el reloj
y sudan las ganas
y tic-tac, tic-tac
se dejaba correr
en la noche, la noche.
Noche era y siempre fue
abismo.
("cuando miras largo tiempo al abismo
el abismo también mira dentro de tí")
-susurra una sombra-
y ella tiembla
mientras se recoloca la falda
y aún temblando,
aún polvo blanco en las venas,
regresa a casa
y piensa
"¿dónde está mi casa?"
y le golpea la violencia
de la certeza diluida
en grumos mal cortados
"estoy perdida,
me perdí, me perdí
hace ya tiempo, joder"
-cállate, hostias.
 El cristal del escaparate
refleja una huida
y las mangeras de los operarios
de limpieza
ahogan la noche.
Son ya las 6:00
y sigue sin encontrarse.
(la encontrarán tumbada en la
acera, con los ojos blancos
y la sonrisa volada)


"Cómo se quiere que muera a tiempo
 quién nunca ha vivido a tiempo"
F. Nietzsche