Llevaba un mochila de cuero, que le robaba el color al cabello cortado a lo chico. Los labios de corazón contrastaban con el pálido tono de su piel. Y vestía algo descuidada.
"Me llamo María", me dijo cuando iba a mojar sus labios en un café solo. [...] "No suelo tomar café. Me pone nerviosa. Me recuerda a tardes de cielo nublado, y no aguanto los días sin sol .."

SOL
SAL
Todo cambia.
No es extraño.
¿No es extraño?
La vida pasa, y pesa
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