No soporto la incoherencia de la inmensa
mayoría de la izquierda
Ni la vil (y servil) autocomplacencia de toda
la derecha
(al menos de toda la que yo conozco).
Me enerva el turbio y falaz equilibrio de los
que se dicen de centro
Me irrita profundamente tener que posicionarme
y no encontrar hueco para gritar ni para
morder
si no es pisando cabezas y atando los pies
de otros que como yo se creyeron la falsa
ilusión
de la libertad ideológica
La primigenia y más ilusoria de las libertades
Esas quimeras a las que todo el mundo
dice desear
y a las que follan y vejan y declaran ilegales
Precisamente porque ellas son libres
(En cualquier esquina encontraréis un pensamiento
puro
manchado por la lascivia de los depravados de
la dialéctica)