-Escribes con pústulas.
-y tú amas con temor.
(y con temblor)
jamás ama quién huye.
(No dejo de recordarmelo.)
Noches en aquel tejado
luces, coches y alquitrán.
De vez en cuando,
alguna estrella fugaz
y un cigarro apagado
contra tejas negras
y unos pies descalzos
huyen de la manta
que envuelve cuerpos
en ventanas
que sepultan
cinismo
(pues quizás sí llegue a quererte
aunque jamás susurré nada.)
-dame otro tiro
-bésame otra vez.
Siempre nos pillaba
borrachos el amanecer
(pero ya es mediodía)
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